¿Notas que el cabello se te cae más de lo normal? ¡Descubre por qué y cómo solucionarlo!
La caída del cabello es una de las consultas más frecuentes en la farmacia, sobre todo ahora en otoño. Pero... ¿sabías que no todas las caídas son iguales? Hoy te explicamos las dos más habituales: el efluvio telógeno y la caída androgenética.
Efluvio telógeno: la caída difusa y temporal
El efluvio telógeno es una caída difusa y transitoria que suele aparecer después de un período de estrés, una enfermedad, un cambio hormonal, el posparto o incluso después de una dieta muy restrictiva.
En este caso, muchos cabellos entran prematuramente en la fase de caída, pero el folículo sigue vivo. Esto significa que, con el tiempo y el tratamiento adecuado, el cabello vuelve a crecer.
Para favorecer la recuperación, es esencial cuidar la alimentación, reducir el estrés y utilizar tratamientos anticaída que estimulen el cuero cabelludo, como ampollas, lociones o complementos alimenticios ricos en vitaminas del grupo B, zinc y biotina.
Caída androgenética: cuando hay una predisposición genética
La caída androgenética es diferente: es progresiva y de origen hormonal y genético. Afecta sobre todo a los hombres, pero también a muchas mujeres, especialmente después de los 40 o en períodos de desequilibrio hormonal.
En este caso, la testosterona se transforma en DHT (dihidrotestosterona), una sustancia que debilita el folículo piloso y hace que el cabello cada vez sea más fino hasta que deja de crecer.
Los tratamientos específicos contra la caída (con ingredientes como aceite de semillas de calabaza (Cucurbita pepo) y la Serenoa Repens) pueden frenar la caída y estimular el crecimiento.
Cuida tu cabello desde la raíz
Sea cual sea la causa, la clave es actuar a tiempo. Un diagnóstico correcto y una rutina constante con productos adecuados puede marcar la diferencia.
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